La compra de una propiedad es una decisión muy importante para la vida, donde están en juego los sueños de toda una familia. Por lo anterior, es de vital importancia que tengas en cuenta muchos aspectos en el momento que decidas empezar la búsqueda.
Lo primero es evaluar el presupuesto para la compra. Debes calcular la cuota que podrías llegar a pagar y así mismo el valor del crédito. Sumar ingresos con tu pareja, hermanos, hijos o con un amigo (dependiendo de la entidad financiera) es una excelente opción para la compra.
Si los ingresos en pareja suman $4.000.000 puedes disponer de cuotas en el sector financiero del 30%, es decir que si los ingresos de cada uno son de $2.000.000 tendrías disponible para pago de la cuota $600.000. Suponiendo que ninguno de los dos tiene deudas en el sector financiero, disponen como pareja de $1.200.000 para una cuota de crédito de vivienda y según eso, podríamos estar hablando de un préstamo aproximado de $100.000.000. Según el tipo de crédito debes disponer de recursos propios para cuota inicial del 20% o del 30%.
Dependiendo de la ciudad, la ubicación se vuelve uno de los aspectos más importantes en el momento de la elección. Siempre estará bien ahorrarse unos minutos en el tráfico estando cerca al lugar de trabajo o al colegio de los hijos. Al escoger el sector debes pensar en las vías de acceso, transporte público, supermercados, comercios, etcétera.
Al tener elegida la zona y el presupuesto, el paso a seguir es el área. Si tus necesidades son las de una familia de 4 personas, debes pensar en área superior a la de una pareja que por el momento no piensa en agrandar la familia. Inmediatamente entra a jugar el tema de la antigüedad, si es un edificio de más de 20 años puedes comprar un apartamento de 120m2, o tal vez 65m2 en un edificio de menos de 10 años de construido.
Después de los ítems anteriores, puedes empezar a evaluarte necesidades puntuales cómo número de garajes, balcón, altura, vista interior o exterior, estudio, cocina abierta o cerrada, material del piso, etcétera.
Hasta aquí ya tienes los parámetros establecidos para empezar a una selección minuciosa de las opciones que verdaderamente te interesan. Escoge tres o cuatro y agenda visitas. Cuando empieces a conocer las propiedades, fíjate en cada detalle y anota esas características especiales. Cuando tomes la decisión del que más te gusto, pide a tu corredor inmobiliario el número de matrícula inmobiliaria para que tú mismo descargues el certificado de libertad y tradición del inmueble y verifiques en qué estado legal y jurídico se encuentra el inmueble. Si todo está bien y has tomado la decisión, pasa una oferta formal por la propiedad, por escrito y con todo respeto.